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  • Foto del escritorTerCann

¿Puede el cannabis combatir la depresión?

Actualizado: 18 may 2021

El cannabis es químicamente muy complejo. El THC y el CBD son las moléculas más conocidas producidas por la planta, y se está investigando el potencial de ambas para contrarrestar los síntomas de la depresión. Descubre el alcance real de este vínculo a continuación.

La depresión es un trastorno de salud mental generalizado que afecta aproximadamente a 16,2 millones de adultos en los Estados Unidos. En Europa, aproximadamente el 25% de la población sufre de depresión o ansiedad. En algunas personas, la depresión puede aparecer y desaparecer. En otras, la enfermedad es una compañía permanente que puede reducir significativamente la calidad de vida de una persona. La depresión absorbe miles de millones de euros de la economía cada año y priva al individuo de su potencial de felicidad. Los tratamientos convencionales para este trastorno incluyen una serie de medicamentos que funcionan en algunos casos, pero que empeoran las cosas en otros. Curiosamente, muchas personas que experimentan depresión recurren al cannabis en un acto de automedicación. La ciencia ha demostrado que la hierba puede ser útil para una serie de problemas de salud, pero ¿puede ayudar con la depresión?



¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN Y QUÉ LA CAUSA?

Todos nos ponemos un poco tristes de vez en cuando. El estrés, la ansiedad y los episodios emocionales de la vida pueden hacernos sentir deprimidos. Con el tiempo, esta tristeza se disipa y nos permite seguir viviendo nuestras vidas sin problemas. Pero la depresión es más que tristeza. Es un estado crónico de salud mental que puede durar meses o años. Los que la sufren no son capaces de "salir de ella".


POSIBLES DESENCADENANTES DE LA DEPRESIÓN

La causa o causas de la depresión es un tema complejo. El trastorno puede surgir de un acontecimiento vital angustioso como la muerte de un ser querido, una enfermedad grave o el nacimiento de un hijo. Para otros, puede ser la acumulación de sucesos menores lo que los hace caer en una espiral descendente. El riesgo de depresión aumenta si la persona consume drogas duras y alcohol en un intento de automedicarse.

En otros casos, la depresión puede surgir sin motivo aparente. Los factores genéticos y el tipo de personalidad también pueden intervenir. Una explicación de la depresión es la falta de neurotransmisores como la serotonina. Las investigaciones también han descubierto que, en algunas personas deprimidas, el hipocampo (una región del cerebro que participa en el aprendizaje y la memoria) es más pequeño. Esto podría deberse a que el estrés suprime la producción de nuevas neuronas.


SÍNTOMAS COMUNES DE LA DEPRESIÓN

La depresión puede manifestarse de muchas maneras diferentes. A veces los síntomas pueden ser leves, y otras veces bastante graves. Los síntomas más frecuentes de la depresión incluyen:

• Estado de ánimo bajo o tristeza continua • Falta de motivación y apatía • Baja autoestima • Insomnio • Inquietud • Dificultad de concentración • Comer en exceso o pérdida de apetito • Dolores persistentes • Sentimientos de desesperanza • Sensibilidad y llorar a menudo • Sentirse irritable e intolerante • No se disfruta de la vida • Pensamientos suicidas


TRATAMIENTO CONVENCIONAL PARA LA DEPRESIÓN

Existen múltiples opciones de tratamiento convencionales para la depresión. Cada una de ellas se recomienda en función de la gravedad del caso. Los médicos pueden recetar tratamientos conservadores en cuadros de depresión leve a moderada, sugiriendo cambios como hacer ejercicio para mejorar el estado de ánimo. Curiosamente, el ejercicio aeróbico puede aumentar los cannabinoides internos que son responsables del llamado "subidón del corredor[1]". Muchos individuos deprimidos también participan en terapias cognitivo-conductuales (TCC) para cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento.

Los médicos suelen recetar antidepresivos en casos de depresión moderada a grave. Hay más de 30 tipos diferentes de antidepresivos disponibles, incluyendo los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI).

Los ISRS aumentan los niveles circulantes del neurotransmisor serotonina. Limitan la reabsorción de serotonina en la célula presináptica, haciendo que haya más serotonina disponible. Estos medicamentos son eficaces para estabilizar el estado de ánimo de algunos pacientes, sin embargo, están asociados con una larga lista de efectos secundarios que incluyen náuseas, vómitos, nerviosismo, mareos, problemas sexuales, agitación y confusión.

Estas opciones ayudan a algunas personas a lidiar con la depresión e incluso a superarla. Pero en otros casos no ofrecen alivio. Por eso, hoy en día, muchas personas están recurriendo a otras alternativas, incluyendo el cannabis.




EL CANNABIS, LA DEPRESIÓN Y EL SISTEMA ENDOCANNABINOIDE

Si fumas hierba, probablemente estés familiarizado con lo bien que te puede hacer sentir. Hay veces en que pegarle unas caladas a una pipa de agua puede levantar tu estado de ánimo y provocar ataques de risa. Algunas variedades inducen un estado de euforia que dura horas. Otras cepas tienen un efecto más relajante que te ayuda a desconectar y desestresarte. Sin embargo, es probable que haya habido otros momentos en los que fumar hierba te haya causado sensaciones de ansiedad o incluso pánico.

Debido a que el cannabis puede tener efectos muy diferentes en distintas personas, no se garantiza que mejore el estado de ánimo de alguien en concreto. Por esta razón, no ayudará a todos los que se encuentran atrapados en la rutina de la depresión.

Las investigaciones han explorado el efecto que el cannabis tiene en la depresión. Antes de que profundicemos en los descubrimientos, es importante hacer algunas aclaraciones. El cannabis tiene un impacto variable en la depresión. La planta en sí no activa los receptores del sistema nervioso, pero muchos de los centenares de compuestos químicos que produce sí lo hacen.

Para complicar las cosas, las diferentes variedades tienen niveles muy fluctuantes de estas sustancias químicas. Algunas variedades tienen un alto contenido del cannabinoide psicotrópico THC, mientras que otras tienen un alto contenido del cannabinoide no psicotrópico CBD. Además, hay más de 100 cannabinoides y 100 terpenos que generan sus propios efectos. Por lo tanto, "¿afecta el cannabis a la depresión?" puede considerarse una pregunta pobre y poco acertada. Se trata más bien de descubrir el impacto de cada molécula y cómo funcionan en sinergia.


LO QUE DICE LA INVESTIGACIÓN

Desafortunadamente, no existe una investigación exhaustiva en este ámbito. Hasta la fecha, tenemos una idea superficial de estos mecanismos tan complejos. Sin embargo, la ciencia ha ido desarrollando una mayor comprensión de cómo el THC y el CBD podrían afectar al estado de ánimo de forma individual.

Cuando se observan los efectos de estas sustancias químicas en el cerebro, es útil entender el funcionamiento del sistema endocannabinoide (SEC). "Endo" significa interno, y "cannabinoide" se refiere a las sustancias químicas que afectan a los receptores del SEC. El SEC está compuesto por una serie de receptores que se encuentran en numerosos tipos de células en todo el cuerpo. Hasta el momento, la ciencia ha identificado la existencia de dos de estos receptores: CB1 y CB2.

El SEC también está compuesto por neurotransmisores especializados que se unen a estos puntos receptores y modulan el sistema. Estas moléculas se conocen como endocannabinoides, es decir, la anandamida y el 2-AG. Las moléculas de la planta de cannabis pueden influir en los mismos receptores gracias a su forma similar. Los cannabinoides del cannabis, y de otras especies de plantas, se conocen como fitocannabinoides.

Tanto la anandamida como el 2-AG juegan un papel clave en el sistema dopaminérgico y, por lo tanto, en la regulación del estado de ánimo. Ambas moléculas se unen a los receptores CB1 en ciertas neuronas y estimulan la liberación de dopamina.

El THC (tetrahidrocannabinol) es uno de los compuestos principales de las variedades de cannabis modernas. La molécula produce efectos psicotrópicos al unirse a los receptores CB1 en el sistema nervioso central. El cannabinoide puede aliviar la depresión a corto plazo al aumentar la activación de las células dopaminérgicas[2]. Por consiguiente, las neuronas producen y liberan mayores cantidades de dopamina. Esto puede resultar en una mejora del estado de ánimo y de la motivación.

Una investigación publicada en el _Journal of Affective Disorders_ reveló que el cannabis redujo significativamente los índices de depresión[3], ansiedad y estrés. Los investigadores reunieron datos de la aplicación Strainprint para examinar los efectos de ciertas cepas en la depresión, la ansiedad y el estrés. Los datos mostraron que los consumidores de cannabis percibían una reducción del 50% en la depresión y del 58% en la ansiedad y el estrés después de consumir cannabis.

El THC no es el único cannabinoide que podría ayudar con la depresión. El estudio determinó que las cepas con alto contenido de CBD y bajo contenido de THC se asociaron más con los cambios más grandes en las evaluaciones de la depresión. En contraste, las cepas altas en THC y bajas en CBD produjeron los mayores cambios percibidos en el estrés.

Estos datos sugieren que el CBD podría ser más efectivo en el tratamiento de los síntomas de la depresión. Los efectos antidepresivos del cannabinoide pueden involucrar a la serotonina[4], un neurotransmisor que regula el estado de ánimo. Se cree que el CBD se une al receptor de serotonina 5-HT1A[5].

El CBD no se une a los receptores CB1, y por lo tanto no afecta a las neuronas dopaminérgicas de la misma manera que el THC. En cambio, se sabe que el CBD es un agonista indirecto de los receptores CB1. Esto, en última instancia significa que el CBD puede aumentar los niveles de anandamida al inhibir una enzima que descompone el endocannabinoide. El aumento de los niveles de anandamida se une a los receptores CB1 y produce efectos similares a los del THC.

Las investigaciones sobre el cannabis y la depresión son prometedoras. Sin embargo, la hierba ha demostrado ser un arma de doble filo.


EL CANNABIS Y LA DEPRESIÓN: UNA RELACIÓN COMPLEJA

Aunque hay investigaciones que sugieren que el cannabis puede ayudar con la depresión, algunos datos sugieren lo contrario. Aunque la exposición aguda al THC puede aumentar la liberación de dopamina, la exposición crónica puede debilitar el sistema dopaminérgico[6]. El consumo de cannabis a largo plazo puede disminuir la respuesta del cerebro a la dopamina y posiblemente lleve a una reducción de las sensaciones de recompensa y motivación.

Como se ha dicho, el cannabis no es solo THC. El CBD ha mostrado efectos positivos en cuanto a la depresión. Además, los investigadores aún tienen que estudiar más de 100 cannabinoides diferentes en este campo. Lo más sensato es hablar el asunto con tu médico. Si crees que el cannabis puede ser una opción apropiada para ti, echa un vistazo a estas variedades que podrían aliviar algunos síntomas.



Fuente: Royal Queen Seeds


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